Alaphilippe y un octubre maldito

Foto: @deceuninck

El ciclista francés Julian Alaphilippe no olvidará fácilmente el mes de octubre de 2020, y no precisamente porque le hayan pasado cosas, deportivamente hablando, buenas.

El domingo 4 de octubre tenía prácticamente asegurada la victoria en la Lieja-Bastoña-Lieja (uno de los cinco Monumentos del ciclismo), pero no tuvo la mejor idea que levantar sus brazo para festejar, sin darse cuenta que el esloveno Primoz Roglic venía pegado a él, aprovechó la distracción y se quedó con el triunfo.

El domingo pasado Alaphileppe fue protagonista en el Tour de Flandes (ironía del destino, otro de los Monumentos del deporte) de un hecho que terminó de manera más dolorosa para él.

Alaphilippe venía peleando por el triunfo con el holandés Mathieu Van der Poel y el belga Wout van Aert, cuando los tres alcanzaron y trataron de superar a una moto de la organización de la carrera.

Van der Poel y Van Aert lo hicieron sin problemas, pero Alaphilippe golpeó su brazo derecho contra el ocupante de la moto y voló por el aire, cayendo violentamente contra el piso.

A consecuencia de la caída, el francés sufrió dos fracturas en su mano derecha, fue operado hoy en una clínica de Bélgica, y de esa manera le dijo adiós a una temporada en la que a fines de setiembre había conquistado el título campeón del mundo en Italia.

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