El chileno Cristian Garín y el kazajo Alexander Bublik se enfrentaban por los cuartos de final del ATP 500 de Hamburgo.
El partido se desarrollaba con total normalidad hasta que en el sexto game, Bublik decidió utilizar un arma secreta: sacó de abajo, pero no sólo, le agregó efecto al saque, lo cual provocó que la pelota picara dos veces mientras se abría hacia la izquierda de un Garín que no pudo atinar a nada.
El chileno se quejó ante el juez principal que hizo caso omiso al reclamo, pero al final festejó porque se quedó con la victoria (3-6, 6-4, y 6-4), y mañana jugará contra el griego Stefanos Tsitsipas en una de las semifinales.