Los organizadores del Giro de Lombardia no ganaron para sustos. Primero con el espectacular accidente sufrido por el belga Remco Eevenepoel, y después por el protagonizado por el alemán Maximilian Schachmann.
Si bien lo de Evenepoel fue algo imprevisible, lo sucedido con el alemán fue producto de una falla de la organización.
¿Por qué? Porque alguien de la organización liberó una parte de la zona cuando todavía los ciclistas estaban en carrera y dejó pasar un auto (recordemos que las competencias atraviesan ciudades y pueblos), que se cruzó con Schachmann, cuando este se disponía a tomar una curva.
A pesar de sus esfuerzos, y también el de la conductora del auto, Schachmann chocó contra el vehículo, cayó al piso, pero inmediatamente se levantó, agarró la bicicleta, y completó los últimos 3 kilómetros que le quedaban por recorrer.
Finalmente, el alemán ocupó el séptimo lugar de la competencia que tuvo como ganador al dinamarqués Jakob Fuglsang.
Tras llegar a la meta, Schachmann fue trasladado al hospital de Como para que se le realizaran estudios.