Ni siquiera una pinchadura, en la última vuelta, pudo con Lewis Hamilton. El piloto inglés superó ese contratiempo con un dominio absoluto sobre su Mercedes y se adueñó con autoridad del Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula 1.
Un sufrimiento innecesario atravesó Hamilton para obtener su tercera victoria consecutiva en el presente campeonato. Es que dominó la carrera con holgura durante 51 vueltas, pero su neumático delantero izquierdo sufrió aquel problema en el último giro y debió utilizar todos sus recursos para mantener el auto sobre la pista.
El séxtuple campeón del mundo cruzó la meta con una de sus llantas crujiendo contra el piso y celebró su séptima victoria en el circuito de Silverstone.
Su compañero de equipo, Valtteri Bottas, sufrió el mismo problema, a dos vueltas del final de la prueba, pero con distinto resultado.
El piloto finlandés debió ingresar a boxes para cambiar la rueda cuando marchaba como escolta de Hamilton y debió conformarse, al cabo, con el undécimo lugar.
Más allá del resultado final, principalmente el de Bottas, la supremacía de la dupla de Mercedes fue por momentos abrumadora. La categoría, al menos en este inicio de temporada, no parece tener equivalencias.
Max Vertappen, con un auto del Red Bull Racing, heredó la segunda ubicación definitiva. El neerlandés entró a boxes antes de realizar la última vuelta, en la que pinchó Hamilton, para cambiar gomas e intentar obtener un punto extra por el récord de vuelta. La historia, claramente, pudo ser otra si no se detenía.
El monegasco Charles Leclerc, de Ferrari, consiguió subirse al tercer escalón del podio.
Con esta victoria, Hamilton se mantuvo como líder del campeonato con 88 puntos, seguido por Bottas con 58 y Verstappen con 52.
La próxima competencia de la Fórmula 1, quinta de una temporada cuyo inicio se demoró por la pandemia de Coronavirus, se llevará a cabo nuevamente en Silverstone, el próximo fin de semana, y se llamará Gran Premio del 70º Aniversario F1.
Foto: Mercedes.