Media ciudad de Rosario tiene un sueño, por más que sea lejano, casi remoto. Hinchas de Newell’s organizaron un banderazo este jueves, en plena pandemia, con la firme intención de hacerle llegar a Lionel Messi la esperanza de que pueda vestir la camiseta del club del cual es hincha.
Sin más argumento que la intención manifiesta del delantero rosarino de 33 años de dejar Barcelona después de dos décadas, los simpatizantes de la Lepra marcharon en caravana por la ciudad.
Confluyeron en el Monumento a la Bandera, donde le pidieron a uno de los tantos hijos pródigos de Rosario que al menos considere volver a vestirse de rojo y negro, como cuando era un niño.
Es cierto que los millones de Manchester City o París Saint Germain, los principales candidatos a recibir a Messi una vez que se confirme su partida de Cataluña, serían demasiado para un club argentino, en este caso Newell’s.
Pero los hinchas pocas veces saben de razón y esta vez los leprosos lo demostraron. Más allá que la posibilidad de ver a Messi con la camiseta de Newell’s, al menos por ahora, no sea más que una quimera, ¿quién les va a impedir soñar ese sueño?.