Es inminente el final de un exitoso ciclo futbolístico, quizás uno de los mejores de la historia del fútbol: Lionel Messi tiene decidido dejar Barcelona y marcharse después de dos décadas y una nutrida cantidad de títulos en esa entidad catalana.
Según informó Onda Cero de España, el rosarino de 33 años ya le comunicó su decisión a la institución “en un burofax”, un tipo de documento legal. En Argentina, la noticia estalló a través de TyC Sports.
“El jugador argentino se acogería a la cláusula que le permite rescindir el contrato unilateralmente, lo que evitaría que tuviese que abonar los 700 millones de su cláusula de rescisión. Por lo que el adiós de está leyenda se acerca. De hecho, el ’10’ argentino no acudirá a las pruebas del fin de semana ni a los entrenamientos”, agregó ese medio español.
Se abrirá entonces un período de negociaciones entre el club y el jugador que promete ser intenso.
Desacuerdos con la dirigencia encabezada por Josep Bartomeu, el humillante 8-2 que le propinó Bayern Munich en la última Champions League y la “limpieza” que el flamante entrenador, Ronald Koeman, haría sobre el plantel, son los principales componentes de la bomba que estallará de un momento a otro.
Una vez que el imaginario artefacto explote, comenzará la carrera por contratar al ganador de seis Balones de Oro de la FIFA y estandarte, por ejemplo, del equipo que dirigió Pep Guardiola y que marcó un punto de inflexión para el deporte.
Inter de Italia, de la mano de capitales chinos, Manchester City, donde podría reencontrarse con Guardiola, y París Saint Germain, serían los probables destinos de Messi en el futuro inmediato.
El capitán del seleccionado argentino, quien todavía tiene un año más de contrato con Barcelona, rompió récords de los más variados con la camiseta blaugrana, con la que consiguió 634 tantos oficiales en 724 partidos.