Por quinta vez desde que comenzó la cuarentena, Sportivo Pereyra sufrió un nuevo robo y destrozos en sus instalaciones. Los ladrones se llevaron hasta el calefón del modesto club del barrio de Barracas.
Y los directivos y socios están lanzando insistentes pedidos: por un lado a las autoridades para frenar esta ola de robos y a los vecinos para poder reponer la indumentaria y elementos, de diversos deportes, y otros artículos.
Una particularidad distingue a Sportivo Pereyra: en el techo de la cancha de fútbol cinco está pintada una reproducción del mural de la Capilla Sixtina. La diferencia con la pintura del Vaticano es que en club de Barracas quienes extienden sus brazos y unen sus dedos son Diego Maradona y Lionel Messi, rodeados de otras estrellas del fútbol argentino: Mario Kempes, Gabriel Batitusta, Ricardo Bochini, Ariel Ortega, Juan Román Riquelme, Claudio Caniggia y Sergio Agüero.
Mauro Boselli y Juan Iturbe, de niños, jugaron en Sportivo Pereyra -club fundado el 1 de mayo de 1935- antes de sumarse al fútbol de inferiores de AFA. En el club de Barracas no se cobra cuota a los chicos que practican fútbol infantil, por eso es fundamental su accionar social además del deportivo.
Se definen como: “Un club inclusivo, cuyo principio rector es el beneficio social, todo lo que se hace es por y para la comunidad, porque un club no es más que eso: beneficio social. En el que ninguna persona que se inscriba en cualquier actividad deba irse por no poder pagar la cuota o el arancel”. Y se califican como “un club que viene a ofrecer su corazón”.
Ese mismo corazón que por estos días está herido por la incomprensible ola de inseguridad que lo sigue afectando.