Manchester City se tomó el partido ante Liverpool como la posibilidad de llevarse un premio consuelo, en una ya definida Premier League, y hoy aplastó 4-0 como local al campeón.
Kevin De Bruyne, de penal, Rahim Sterling y Phil Foden definieron todo en el primer tiempo para los de Josep Guardiola. En el segundo, un gol en contra de Alex Oxlade-Chamberlain selló el resultado final.
A pesar de lo abultado del marcador, la mayor diferencia no estuvo tanto en el juego, al menos en el primer tiempo, sino más bien en la contundencia de los ciudadanos a la hora de ingresar al área rival. El segundo período, con la suerte echada, ya fue otra cosa.
Nicolás Otamendi ingresó para el ganador a los 34 minutos de la etapa final. Sergio Agüero sigue recuperándose de la lesión que, con suerte, y si el equipo accede, recién apunta a volver a las canchas en la definición de la Champions League en Portugal. Antes, su equipo deberá superar a Real Madrid en la serie postergada de octavos de final.
La diferencia entre Liverpool y Manchester City, que hoy lo recibió con un pasillo, es de 20 puntos. Pero hoy el humillado fue el campeón.