Lucas Ocampos hace los goles y también los salva. El delantero de Sevilla fue importante en las dos áreas frente a Eibar, porque convirtió el gol que le dio la victoria a su equipo, pero además evitó la igualdad de su rival en los últimos minutos, con el buzo de arquero puesto.
¿Cómo llegó al arco el ex futbolista de River? El guardametas del equipo andaluz, el checo Tomáš Vaclík, tuvo que dejar el campo de juego por lesión, con el tiempo cumplido.
Como Sevilla ya había agotado los cambios, un jugador de campo tuvo que ponerse los guantes e ir a custodiar los tres palos. Y mal no le fue.
En tiempo adicionado, el jugador del seleccionado argentino le impidió a Eibar empatar el partido con una tapada a puro reflejo nada menos que ante el arquero rival, el serbio Marko Dmitrović.
“Me gusta (atajar). Cuando hacemos reducidos me pongo de arquero, pero nunca me imaginé que iba a atajar en un partido”, admitió Ocampos después de la finalización del partido en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
Puntualmente sobre la última jugada, comentó: “Antes de entrar, el entrenador de arqueros me dijo que me quede abajo de los tres palos”.
“Me quedé ahí y la pelota me vino y a pude sacar. Lo más importante que los tres puntos se quedaron en casa”, finalizó Ocampos.