Después de 110 días de inactividad a causa del receso provocado por la pandemia de Coronavirus, el equipo Ferrari volvió a ponerse en marcha, pero no lo hizo de manera normal.
La manera elegida por la casa del “Cavallino Rampante” fue dejar que el monegasco Charles Leclerc condujera la Ferrari SF 1000 por las calles de Maranello, donde se encuentra ubicada la fábrica, hasta el circuito de Fiorano.
“Normalmente no me gusta levantarme temprano, pero esta mañana había una gran razón para hacerlo. Quizás despertó a algunas personas, pero fue genial conducir por las calles de Maranello en el SF1000″, afirmó Leclerc.
El piloto monegasco llevó su Ferrari por la Via Abetone, la Via Enzo Ferrari 27 (donde han sido diseñados, construidos y desarrollados los autos desde 2015), el Museo Maranello, y finalmente la Via Gilles Villeneuve.
“Fue emocionante volver al auto hoy, particularmente en una ruta tan especial. Estar de vuelta en la cabina se sintió como volver a casa. Parecía una forma divertida de decir que estamos listos para volver a la normalidad. Ahora no puedo esperar para conducir el SF1000 en Austria “, agregó Leclerc.