Cristian “Kily” González se presentó hoy formalmente como nuevo entrenador de Rosario Central, aunque todos lo conocen, porque es un hombre de la casa y el canalla es el amor de su vida.
“Le vamos a poner el corazón para llevar a Central a lo más alto que se pueda. Somos todos tipos del club y tuvimos la suerte de ponernos esta camiseta. Ojalá hagamos un Central mucho más grande de lo que es ahora. Este es el amor de mi vida, no es humo. Desde el lugar que me tocó, siempre di todo por el club, y eso no me lo puede discutir nadie”, expresó en conferencia de prensa.
Para González será fundamental recuperar el “sentido de pertenencia e identidad”, y que el plantel entienda que “nadie es más importante que Central”.
“Muchos jugadores van a ser de la Reserva y de las inferiores. Vamos por un proyecto integral que tenga al primer equipo con jugadores de nuestra cantera”, indicó, admitiendo que no será fácil realizar incorporaciones en el contexto de crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus.
El flamante director técnico canalla quiere un equipo “con actitud y rebeldía”.
“El jugador tiene que saber adaptarse a todo tipo de sistema, no negocio no salir a ser protagonista. La intensidad y actitud no se va a negociar. Tenemos que hacer que la gente se enamore del equipo, el aliento de la gente siempre va a estar”, destacó.
Finalmente, se refirió a las negociaciones para que Marco Ruben continúe en el club y a la posibilidad de que Ángel Di María retorne.
“Marco es un ídolo del club y sé que los dirigentes están en contacto con él para que siga. Todo Central quiere eso. Hablé con él y le demostré mi interés de que siga. Y Di María es una debilidad que tengo. El primer mensaje del día fue de él. Sabe lo que quiero al club y se que Ángel ama a este club y ama poder ponerse esta camiseta. No voy a prometer nada. Que la gente se quede tranquila, que él tiene siempre eso en la cabeza”, concluyó González.