Después de casi tres meses entrenando puertas adentro por la pandemia de Coronavirus, Ana Gallay, integrante del seleccionado argentino de beach voley, volvió a pisar la arena.
La entrerriana, que comenzó a trabajar en Mar del Plata junto a la mayoría de sus compañeras, anticipó que ponerse a punto nuevamente no demandará tanto trabajo, aunque advirtió que en lo referido a las competencias, “este año está perdido” .
“Por suerte no me pasó de entrar en la arena y quedarme sin aire. Sí tuvimos una descoordinación normal con Fer (Pereyra), pero ya para la semana que viene vamos a estar óptimas”, manifestó al programa Pasta de Campeón, que se emite por Rock and Pop.
La jugadora de Nogoyá, de 34 años, comenzó a pensar en el torneo clasificatorio para los Juegos Olímpicos, que se desarrollará el año próximo, a igual que el certamen en Tokio.
Sin embargo, lamentó la falta de competencia con la que llegarán a esa cita en suelo cuyano: “Este año está perdido. Es una lástima porque necesitamos competir, pero estamos todos iguales“.
“Tendremos que inventar algún circuito nacional interno cuando se levante la cuarentena o algo, para poder competir. Y después pensar en la clasificación a los Juegos”, amplió Gallay, con pasos por Londres 2012 y Río de Janeiro 2016 y ganadora de la medalla de oro en los Panamericanos de Toronto 2015.
Los trabajos los realiza en Mar del Plata junto a la sanjuanina Pereyra. Por su parte, Virginia Zonta se prepara por ahora en Santa Fe y Brenda Churín hace lo propio en La Plata.
El equipo masculino, en tanto, tendrá su base en Rosario, a excepción de los mendocinos Leandro Aveiro y Bautista Amieva, que trabajarán en Tunuyán.