Miguel Garialdi es copropietario del MAG Benavídez Racing, una de las tantas estructuras que componen el universo del automovilismo argentino que quedó ante el inédito desafío de sobrevivir al Coronavirus, pandemia que no solo detuvo la actividad, sino que también la llenó de incertidumbre con vistas al futuro.
“Estamos sufriendo las consecuencias de esta cuarentena. Los chicos empezaron a trabajar, pero el sacrificio para nosotros es grande porque a ellos hay que mantenerlos. Somos un equipo relativamente chico, que puede aguantar esto”, valoró Garialdi en diálogo con IAM Noticias, aunque reconoció que a todos no les sucede lo mismo.
En ese sentido, admitió: “Me preocupa por los colegas. Hay equipos grandes que están complicados. También aquellos que tienen un auto porque si no corremos no generamos plata”.
“Gracias a Dios tengo publicidades de hace muchos años que me acompañan y quedarán en los autos, porque en su momento me dieron una mano y todos debemos colaborar. Pero la situación es complicada”, subrayó Garialdi, quien maneja junto a Diego Benavídez los destinos de un equipo que tiene a Maximiliano Vivot y Sebastián Salse como pilotos en el TC Mouras.
Al mismo tiempo, consideró que al automovilismo se lo deja un tanto de lado al momento de planear su vuelta, aún cuando “es, de todos los deportes, el único que está en condiciones de poder arrancar”.
“Estamos en país muy futbolero y lo único que se está pensando es en la vuelta de ese deporte. Y del segundo deporte en importancia en el país, que es el automovilismo, no habla nadie. Es como que nos ignoran totalmente, aún pese a la cantidad de gente que depende del automovilismo”, se lamentó.
De todos modos, el responsable del equipo con sede en Junín le encontró un punto positivo, si cabe el adjetivo, a este complicado panorama dentro del automovilismo.
“A lo mejor al automovilismo le hace bien un achique de costos, que estaban muy altos. Ojalá sirva para acomodar un poco la situación. Son cosas que siempre se charlaron pero nunca se pusieron en marcha”, aseguró.
Sobre ese aspecto, detalló: “Se está hablando que las carreras no van a ser más de 200 kilómetros de Capital, que la actividad sea sábado y domingo, del sellado de motores por dos o tres carreras. La ACTC está trabajando también en achicar la cantidad de gomas”.
Sin embargo, Garialdi sabe que el panorama no será sencillo: “Ojalá puedan volver la mayoría de los pilotos, ese va a ser uno de los temas más complicados. No creo que el regreso sea con mucha cantidad de autos”.
Es este, el del MAG Benavídez Racing, uno de los tantos ejemplos que existen dentro de un automovilismo autóctono cuya preocupación crece cada día, porque la actividad se encuentra completamente detenida desde hace dos meses y aún no tiene fecha estimativa para su regreso.
Foto: Berna Bosco / MAG Benavídez Racing.