El 28 de octubre de 1972 jugaron Defensores de Belgrano-Central Córdoba, por la trigésimoprimera fecha del campeonato de Primera C. Pudo haber quedado en las estadísticas como un partido más de los múltiples correspondientes a los torneos de ascenso.
Sin embargo ese partido, que concluyó con goleada local 4 a 1, quedó marcado por un hecho que se convertiría en histórico: fue la única vez que René Houseman, delantero de Defe, y Tomás Carlovich, volante del Charrúa, estuvieron frente a frente, enfrentados dentro de un terreno de fútbol.
Dos de los jugadores más emblemáticos y caracterizados por su talento natural y por su estilo bohemio de vida. Dos futbolistas que son leyenda y mito. Dos jugadores que priorizaron valores sagrados como el barrio, los amigos, la despreocupación por encima de la seriedad estricta del fútbol profesional. Dos tipos que derrocharon talento con pantalones cortos y una forma particular de encarar la vida con pantalones largos.
Dos personajes inolvidables, carismáticos y queridos del fútbol argentino. El Loco Houseman falleció hace poco más de dos años atrás (22 de marzo de 2018), el Trinche Carlovich fue asesinado recientemente en un hecho policial que comenzó con el robo de su bicicleta.
En aquel campeonato de Primera C, Defensores de Belgrano terminaría alcanzando el título y el ascenso a Primera B. Central Córdoba cumplió una buena campaña, sin embargo fue castigado con la quita de 16 puntos.
Javier Bava, historiador de Defensores de Belgrano, estuvo presente en aquel partido y ante la consulta de IAM Noticias recordó que “aunque fue un baile bárbaro, el marcador pudo haber sido un poco exagerado. Central Córdoba tenía un buen equipo y fue campeón al año siguiente”.
Agregó: “Carlovich tenía mucha calidad pero ese día no brilló tanto; aún no había explotado: su famoso partido contra la Selección Argentina sería dos años después. Esa tarde Houseman la gastó. Los dos penales que concretó Busti se los hicieron al Loco“.
En el partido de ida, jugado en Rosario por la fecha 12, René Houseman no jugó debido a una molestia física que lo marginó.