El 1 de mayo de 1994 Ayrton Senna murió tras el duro accidente que sufrió en el Gran Premio de San Marino de la Fórmula 1 y cerró así un fin de semana trágico para el automovilismo, que había comenzado con el fallecimiento del austríaco Roland Ratzenberger el día anterior.
Senna culminó ese día y de manera abrupta una carrera llena de éxitos y talento, ese que demostraba, como pocos en la historia, con el apabullante dominio que solía demostrar en carreras bajo la lluvia.
El brasileño fue tricampeón de la máxima categoría (1988, 1990 y 1991), pero también dos veces subcampeón y una vez tercero. Sumó 41 victorias, de las cuales seis fueron en Mónaco, récord aun vigente en el emblemático circuito. Además, acumuló 80 podios y 65 pole positions.
A Senna, 34 años de vida le alcanzaron para convertirse en leyenda. Mirá sus mejores maniobras: