“Los veteranos del equipo hicieron cosas que nunca había visto. Una vez, durante la pretemporada, estuve en el hotel buscando a mis compañeros y comencé a tocar todas las puertas hasta que llegué a una donde podía escuchar a alguien decir ‘ shhhh, hay alguien ahí fuera. ‘Entonces oí una voz que preguntaba: “¿Quién es?”, respondí: “MJ”. Y dijeron: “Dios, es solo el novato. No te preocupes por eso…”
“The Last Dance”, el documental que todos estaban esperando se estrenó ayer en los Estados Unidos, y al parecer no defraudó las expectativas.
Y al parecer no defrauda porque Michael Jordan, el principial protagonista, cuenta lo que pasó después que alguien abrió la puerta, y él entró a la habitación.
“Entonces abrieron la puerta y todo el equipo estaba adentro. Tenían vetas de cocaína por todas partes, pipas de marihuana, mujeres … Era un verdadero club. Estaba claro de inmediato, le dije: ‘Me voy”. Si alguien viene en este cuarto ahora mismo, sería tan culpable como el resto de la gente en este cuarto”, sentenció Jordan, quien debutó en la franquicia en 1984.
Luego, Jordan agregó: “No iba a clubes, no fumaba, no me metía cocaína y en ese momento tampoco bebía. Solo buscaba descansar un poco y estar bien para jugar al baloncesto“.
The Last Dance es un documental que tiene como protagonistas a Jordan y los Chicagos Bulls campeones de la temporada 1997/98.
Fue dirigido por Jason Hehir (The Fab Five, otro gran documental sobre el equipo de básquetbol de la Universidad de Michigan, que tenía entre sus integrantes a Jalen Rose y Crhis Weber). y la producción de Mandalay Sports Media, en asociación con NBA Entertainment y Jump 23.
En la Argentina, el documental podrá verse a partir de hoy a través de Netflix.