El necesario aislamiento social obligatorio impuesto por el gobierno nacional a causa de la pandemia de coronavirus acarreó varias crisis detrás, como la social y la económica, pero hay una menos mencionada en los medios e igual o más preocupante, que es el aumento de los casos de violencia de género en nuestro país.
Muchas mujeres están obligadas a permanecer en cuarentena junto a sus abusadores y golpeadores. absolutamente sometidas y con pocas posibilidades de pedir auxilio.
Tan solo desde el 20 de marzo, primer día de la cuarentena, en Argentina hubo 19 femicidios. Una cifra preocupante que estira a 121 la cantidad de mujeres asesinadas en lo que va del 2020. También, en los últimos 100 días hubo 58 transfemicidios.
Desde el primer día de cuarentena hasta el 9 de abril, hubo más de 1.750 llamados por violencia de género al 144, la línea telefónica destinada a atender esos casos que está colapsada.
Por otro lado, si bien no hay datos reales oficiales, hay 20 denuncias registradas de violación a menores en lo que va del encierro.
Pero no todo queda en las cifras conocidas, porque hay territorios, como las villas y las reservaciones originarias, en los que es muy difícil acceder a la información, más allá de que hay mujeres referentes trabajando en el tema.
Recién hace menos de una semana se emitió un decreto por el que se exceptúa de la cuarentena a las víctimas de violencia de género que salgan de sus domicilios para hacer la denuncia, aunque tan solo podrían hacerlo acompañadas de sus hijos, si se diera el caso.
Cuando lo que está en juego son las vidas, no hay medidas exageradas. Pasó con la cuarentena, que obliga a todos a permanecer encerrados, y debería también pasar con las víctimas de la cuarentena, aquellas mujeres a las que se les agravó el infierno en el que viven y necesitan un auxilio urgente.
