El noruego Henning Stille Berg, dos décadas después, debe estar buscando todavía la pelota que Fernando Redondo le escondió como un mago contra uno de los vértices de la cancha en Old Trafford, en los cuartos de final de la Champions League 1999-2000.
El mediocampista argentino, dueño de una zurda prodigiosa, se deshizo del marcador de Manchester United con un taco que quedó en la historia. De inmediato desbordó y asistió al implacable goleador madrileño Raúl, quien estampó el 3-0 parcial en favor de Real Madrid, pero la magia de la acción quedó impregnada en aquella construcción.
“Me parece mentira que hayan pasado 20 años. Será que los buenos recuerdos uno los mantiene más cercanos”, reflexionó el ex volante central del seleccionado argentino, en diálogo con AS.
Puntualmente sobre aquella maniobra, Redondo recordó: “En el uno contra uno el taconazo fue un recurso técnico, un momento de inspiración. No lo había hecho antes profesionalmente, sí con alguna frecuencia en divisiones menores cuando jugaba en Argentinos Juniors”.
“Para mí fue importante levantar la cabeza y hacer la pausa para ver llegar a Raúl por el segundo palo y que finalizara en gol”, destacó quien surgiera de la inagotable cantera del club de La Paternal.
Real Madrid siguió en carrera después de eliminar en su casa a Manchester United (el partido terminó 3-2 y ese fue el resultado global después del 0-0 de la ida en la capital española), y luego ganó su octava Orejona ante el Valencia de Héctor Cúper, Mauricio Pellegrino, Cristian Kily González y Claudio Piojo López.
Sin embargo, aquella acción quedó impresa entre las acciones más bellas de aquella edición de la tradicional competencia de clubes europea.