El 26 de marzo de 2006 es recordado en la historia de los superclásicos por la patada criminal que Juan Krupoviesa le propinó a Daniel Montenegro, cuando “Rolfi” se iba solo de cara al gol en un partido vibrante.
Correspondiente al Clausura de ese año, que se llevaría el xeneize, River ganaba 1-0 y contaba con un hombre de más por la expulsión de Roberto Abbondanzieri, cuando el lateral izquierdo tucumano lanzó un planchazo que quedó en la memoria de todos.
Krupoviesa vio, obviamente, la tarjeta roja por parte del árbitro Sergio Pezzotta. Sobre el final del encuentro, Guillermo Barros Schelotto provocó la expulsión de Cristian Tula en el millonario y luego recibió un penal por parte de Julio César Cáceres que Martín Palermo transformó en agónico empate.