Marco Ruben vivió una nueva noche especial el domingo en el Gigante de Arroyito. Y confirmó que para él no es febrero el mes del amor con el Rosario Central, sino marzo.
¿Por qué? Porque los tres hat-trick que convirtió con la camiseta auriazul en el pecho fueron en ese mes: contra Olimpo (7/3/15), frente a River de Uruguay (9/3/16) y el último ante Arsenal.
Con esos tres goles ante el elenco de Sarandí, Marco Ruben acumuló 77 en Central y quedó en la quinta posición de los máximos artilleros del club, a cuatro tantos de Sebastián Guzmán (81).
El podio lo comparten Waldino Aguirre (98), Mario Kempes (94) y Edgardo Bauza (82).
Su último grito había sido en la victoria por 6 a 0 sobre Juventud Antoniana de Salta, por los 32avos de final de la Copa Argentina 2018, que finalmente ganaría el Canalla, el jueves 2 de agosto en la cancha de Unión.
Cabe recordar que el año pasado se fue a probar suerte en Atlhetico Paranaense de Brasil.
En sus declaraciones, se notó la alegría que tenía: “Fue una noche soñada, linda para volver al triunfo, seguir ganando y hacernos fuertes en casa”.
“Estoy contento por los goles y el funcionamiento, principalmente. Porque fuimos un equipo que siempre trató de manejar la pelota y llegar al arco rival generando varias situaciones de gol que por ahí no las estábamos creando en los últimos partidos”, explicó.
Después le sacó un poco de dramatismo al tema de no haber marcado desde su vuelta al club: “Ya me ha tocado varias veces pasar por estos momentos. Lo importante es que los jugadores se sientan cómodos en lo que nos pide el técnico, después las cosas van a salir, fluyen solas”.
“Me tocó marcar de a tres, no lo venía haciendo, me pone feliz. Lo necesitaba, pero principalmente para ayudar a mi equipo y también para mí tranquilidad”, reconoció.
También valoró el respaldo del técnico Diego Cocca: “La confianza del entrenador es básica y muy importante porque es el que comanda este grupo y cada uno de nosotros debemos entender su forma de juego, así que agradecido”.
Y rescató la importancia de hacerse fuerte de local: “Eso tiene que ser la base de un buen equipo, proteger nuestra casa y jugar como nosotros queremos, nos está faltando un poco cuando salimos afuera”.
“Si no, claramente estaríamos unos puntos más arriba y peleando por los primeros puestos. Nos acomodamos de nuevo, sin descuidar la tabla de abajo y peleando cada partido”, detalló.
Finalmente se refirió al público que lo ovacionó en el epílogo del encuentro: “La gente me brinda un cariño que nunca me lo imaginé, esa es mi felicidad, estoy agradecido a cada uno de los hinchas de Central”.
“Me encanta cuando salen buenos partidos, cuando puedo hacer goles para festejarlos con ellos y que estén felices”, respondió Ruben con una gran sonrisa en su rostro.