Cuando Marco Ruben decidió volver a vestir la camiseta de Rosario Central este año, para cumplir los seis meses de contrato que le quedaban con el club, para luego evaluar si continuaba jugando al fútbol o se retiraba definitivamente de la actividad profesional, nunca se imaginó que a la mitad del camino recorrido iba a producirse un parate total por la pandemia del Coronavirus.
Justo se dio cuando se estaba adaptando nuevamente a la forma de jugar en la Primera División de nuestro país, tras su muy buen paso por el fútbol brasileño en 2019. Había podido cortar su racha negativa sin marcar ante Arsenal, con tres goles para la victoria por 3 a 1 en el Gigante de Arroyito el domingo 1° de marzo por la 22° fecha de la Superliga.
También en se hizo presente en la red frente a Argentinos Juniors en la Paternal, en la derrota por 2 a 1 en la última fecha del campeonato. Además, descontó en la caída como local, 3 a 1 contra Colón, en el inicio de la Copa Superliga.
La decisión, en este momento, no la tiene tomada. El aspecto económico está en un segundo plano, porque vale recordar que donó el 80 por ciento de su sueldo para ayudar financieramente a la entidad auriazul. Por tal motivo, más allá que el 30 de junio termine el vínculo con su querido Central y todavía no haya pautada una reunión entre las partes, la chance que de continúe al menos hasta fin de año, es potable.
Sólo depende de Ruben, que en la conferencia de prensa cuando fue presentado el 20 de diciembre del año pasado en el Salón Centenario del estadio auriazul, dijo: “Vuelvo con la ilusión renovaba, en principio hasta junio. Después veré lo que siento y cómo estoy física y futbolísticamente”.