Como sucedió recientemente con los casos de Thiago Geralnik (River) y Santiago Ramos Mingo (Boca) y tantas otras veces en los últimos tiempos, otro futbolista argentino se marcha al fútbol europeo amparado en el vericueto legal de la “patria potestad”.
El volante ofensivo Lukas Agustín König, nacido el 30 de julio de 2002, no se presentó a la vuelta a los entrenamientos de la Quinta División de Vélez. El juvenil futbolista se marchó a Italia y será fichado por Genoa.
Unos días antes, en el club de Liniers le ofrecieron a König firmar su primer contrato, sin embargo desde su entorno familiar no aceptaron. La temporada pasada pasada, König fue uno de los destacados de la Sexta Divisiòn velezana, ganadora de su Zona y eliminada por Racing Club en las semifinales del torneo de AFA.
Vélez había sufrido hace poco tiempo otro caso similar, con la partida de Matías Soulé, quien se marchó sin autorización de su club de formación y firmó contrato con Juventus de Italia.
Los menores de 18 años están amparados por la reglamentación de FIFA para emigrar. Su club formativo no recibe dinero en concepto de transferencia, solamente puede percibir, tras una mediación, un pequeño resarcimiento además de los derechos de formación.
Los directivos argentinos vienen reiterando sus reclamos ante la FIFA, pero no recibieron respuestas. Y la sangría de juveniles no se detiene.