“Como todas las leyendas de la NBA, David tenía talentos extraordinarios, pero con él se trataba más que nada de las cosas fundamentales: preparación, atención a los detalles y trabajo duro”, Adam Silver, comisionado de la NBA.
No fue jugador de básquetbol, pero desde atrás de un escritorio fue uno de los hombre que cambió la historia de la NBA, llevando a la mayor cantidad de rincones del mundo a la liga más poderosa del mundo.
Hoy, 1 de enero de 2020, a los 77 años, falleció, a consecuencia de las secuelas de un derrame cerebral que sufrió hace veinte días, David Stern, quien fuera comisionado de la NBA durante 30 años.
Stern llegó a la NBA en 1978, y se convirtió en su Comisionado en 1984, época en que la liga se encontraba inmersa en una crisis, que abarcaba lo económico (la audiencia tanto en al televisión como en los estadios era muy baja) como lo moral (problemas de jugadores con las drogas, por ejemplo).
A lo largo de 30 años, Stern consiguió grandes logros, pero podría resumirse su labor en dos puntos quedaron marcados a fuego: llevó a la liga más allá de las fronteras de los Estados Unidos (por ejemplo se crearon dos franquicias en Canadá, los Toronto Raptors y los Vancouver Grizzlies), y se multiplicó los ingresos económicos (se firmaron estupendos contratos con las cadenas de televisión).
“Sin Stern, la NBA no sería lo que es hoy”, lo dijo Michael Jordan.