“En la primera jugada que tengas enfrente a Baresi pegale un culazo y lo tirás”, le recomendó Carlos Bianchi a Omar Asad antes de la final de la Copa Intercontinental. Aquel 1 de diciembre de 1994 en Tokio el Turco cumplió y su guapeza frente a la marca del experimentado defensor de Milan fue una de las claves para la victoria de Vélez Sarsfield.
“Tres años antes yo jugaba en el barrio, por eso era un sueño estar en esa final. Mis compañeros me chicaneaban, me decían que Baressi no me iba a dejar tocar la pelota, que yo iba a arrugar. La primera que hice, a los 3 minutos, lo peché a Baresi y lo tiré a los carteles”, le confesó Asad a IAM Noticias.
En aquella final intercontinental chocaban el poderoso campeón europeo, cargado de gloria, dinero y favoritismo, ante el modesto equipo argentino que había conquistado la Copa Libertadores ante otro favorito: San Pablo.
En el precalentamiento hubo un hecho que ilustró la grandeza anímica de aquel Vélez. Marcelo “El Negro” Gómez se torció un tobillo pero pese al dolor ni se le cruzó por la cabeza no jugar. Lo infiltraron y se bancó todo el partido.
“Los jugadores de Milan subestimaban a Vélez con sus declaraciones, como si fuesen a jugar con un equipo del ascenso. Pero se sabe que si un grupo está unido y tiran todos para el mismo lado, para cualquier rival se le hace mucho más dificil”, consideró José Luis Chilavert.
Intentó imponer su ritmo Milan en los instantes iniciales, pero de a poco el equipo de Bianchi fue acomodándose y desarrollando su juego sin complejos. Y en el segundo llegaron los festejos. A los 5 minutos un saque desde el arco de Chilavert dirigido a Basualdo se prolongó con un centro al área para Flores, quien fue derribado por Costacurta. Roberto Trotta se encargó del penal: derechazo directo al 1 a 0.
Y a los 12 minutos, una corrida de Asad para interceptar un pase fallido de Costacurta al arquero Rossi, ganando la posición y definiendo desde un ángulo complicado. Fue el 2 a 0.
Hasta el final del partido Vélez no pasó sobresaltos y los abrazos y la vuelta olímpica cerraron una jornada histórica e inolvidable para el orgullo fortinero.
José Luis Chilavert; Héctor Almandoz, Roberto Trotta, Víctor Sotomayor, Raúl Cardozo; José Basualdo, Marcelo Gómez, Christian Bassedas, Roberto Pompei; José Flores y Omar Asad fueorn los gladiadores que Carlos Bianchi sostuvo en cancha durante los 90 minutos. En el banco de suplentes se quedaron: Sandro Guzmán, Flavio Zandoná, Mauricio Pellegrino, Marcelo Herrera y José Luis Sánchez.
Hoy se cumplen exactos 25 años de aquella consagración en el lejano Japón. Y habrá festejos en el José Amalfitani, con la presencia de la mayoría de los campeones y cuerpo técnico del 94, a partir de las 18 horas y como aperitivo al partido ante Colón por la Superliga.