Se va 2019 en el “Mundo NBA” a la hora del raconto que suele hacerse en cada fin de año, asoma un nombre por encima de otros grandes nombres, el de LeBron James.
El Rey ha sido a lo largo de esta década un nombre determinante en la NBA por sus logro deportivos, y también por su actitud hacia el juego.
La década lo encontró vistiendo la camiseta de los Miami Heat, e iniciando el camino plagado de éxitos.
Tres anillos de NBA (dos con Miami, y uno con Cleveland), 3 veces MVP de la fase regular, 3 veces MVP de las Finales, 10 veces All Star, y 10 ocaciones All-NBA, son, tal vez, los más visibles, pero no los únicos que importan.
Pero también hay otros, quizás menos trascendentes, pero importantes. Como el haberse convertido cuarto mejor anotador (superando, entre otros, a Michael Jordan y Wilt Chamberlain) y noveno mejor asistidor, algo logrado hace un par de días, de la historia de la NBA; y en el líder en puntos y en robos en playoffs.
“No se puede tener miedo de fracasar. Es la única forma en la que triunfas, aunque se que no vas a triunfar siempre“, así definió alguna vez James la forma de encarar el desafío de ser el mejor.
La nueva década lo encontrará afrontando otro gran desafío: devolverle la grandeza a Los Angeles Lakers, la franquicia más icónica de la NBA.
Foto: @Lakers