El Halcón quiere volver a tomar altura

Dos derrotas, una dentro de los parámetros normales como la que sufrió ante Boca como local, y otra un tanto más sorpresiva como visitante ante Patronato, dejaron a Defensa y Justicia en las puertas mismas de un cielo que aparecía muy lejano, cuando su brújula apuntaba únicamente a las distintas canchas del ascenso.

Apenas esos cuatro puntos, y claro, otros tantos que dejó en el camino con ocho empates, hicieron la diferencia entre el sorprendente Halcón, que debió conformarse con el segundo puesto, y el Racing campeón de la Superliga de Chacho Coudet.

Después de su paso por el seleccionado argentino como colaborador de Jorge Sampaoli, el regreso de Sebastián Beccacece propició la campaña más importante de la historia del club de Florencio Varela. Una actuación que le permitirá, por ejemplo, jugar por primera vez la Copa Libertadores en 2020.

Lo concreto es que el entrenador, que en el inicio de la nueva temporada asumió un nuevo y fugaz desafío en Independiente, dotó a Defensa y Justicia de un estilo propio.

Armó un rompecabezas con lo que tuvo a mano y lo que pudo conseguir. Y las piezas, con el correr de las fechas, comenzaron a encajar a la perfección.

Beccacece apoyó a su equipo, vertiginoso e inteligente, en una columna vertebral consolidada.

Ezequiel Unsaín en el arco, una zaga central con buena salida como Lisandro Martínez (hoy brillando en Ajax) y Alexander Barboza (a quien luego no le fue tan bien en Independiente), un mediocampo con movilidad y dinámica compuesto por Domingo Blanco, Leonel Miranda y el paraguayo Matías Rojas y una delantera picante con un Nicolás Fernández como principal carta.

Dos pasajes del torneo le colgaron al Halcón el cartel de máximo oponente de Racing en el camino hacia el título: una racha de cinco victorias consecutivas después de la fecha 5 y los ocho triunfos que nueve partidos que logró después del capítulo 15.

Pero luego de ese último período de bonanza, llegó el traspié en Paraná. El penal convertido por Gabriel Carabajal y un cabezazo de Germán Berterame fueron las estocadas casi definitivas. El título le quedaba servido a Racing y la Academia no desaprovechó la oportunidad.

La desazón por el objetivo no cumplido se trasladó a la Copa Superliga, donde fue eliminado en segunda ronda por Gimnasia y Esgrima La Plata.

La actual Superliga también le costó al Halcón. Bajo el mando de Mariano Soso, comenzó con tres derrotas en fila y, si bien enderezó parcialmente el rumbo, nunca logró despegar y terminó el año a 9 puntos del líder Argentinos.

En 2020, Defensa y Justicia asumirá un nuevo desafío continental, después de su mejor actuación en ese ámbito en 2018 alcanzando los cuartos de final de la Copa Sudamericana y de no hacer pie este año en ese mismo certamen, en el que rápidamente fue eliminado por Botafogo.

Será en el Grupo G de la Copa Libertadores junto a Olimpia de Paraguay, Santos de Brasil y Delfín de Ecuador. Una zona difícil, pero no imposible para un Halcón que buscará volar todavía más alto el año próximo.

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