Diego Maradona no ocultó hoy su bronca con el árbitro Fernando Espinoza, tras la igualdad entre Gimnasia y Esgrima La Plata ante Banfield, por el polémico penal que derivó en la expulsión del arquero Nelson Insfrán y el empate del Taladro.
“Con una bronca bárbara porque nos cobra un penal inexistente, ni lo tocó”, se quejó el campeón del mundo en 1986 ante los micrófonos de Fox Sports.
Luego, ya más calmo, recibió como ofrenda la camiseta de Jesús Dátolo, a quien dirigió en el seleccionado argentino, y tuvo un emotivo diálogo con Julio Falcioni, otro luchador de la vida.
“Ésto nos da vida”, le dijo entre abrazos el entrenador de Banfield, quien venció a un cáncer.
Maradona luego lo llenó de elogios, con su particular estilo.
“Fue un gran arquero y es un gran amigo. Me atajó dos penales ese hijo de puta”, dijo entre risas.