Está bien...LeBron James jugó 42 minutos 31 segundos, convirtió 39 puntos, bajó 12 rebotes, y dio 16 asistencias. En definitiva consiguió un nuevo triple-doble, y fue determinante.
Pero también habrá que sacarse el sombrero ante jugadores que, como Danny Green, hacen un trabajo, generalmente, silencioso y efectivo.
Al fin y al cabo, sin ese triple de Danny, a menos de un segundo del final para estampar el 103-103 y llevar el partido a la prórroga, muchos de los números, y los aplausos que LeBron se llevó al concluir la noche, no hubiesen existido.
En ese tiempo suplementario los Lakers fueron mucho más efectivos que los Dallas Mavericks, que contaron con un Luka Doncic descomunal, y terminaron imponiéndose 119-110.