Ninguno de los dos anda bien. Uno está décimo, el otro undécimo. Tienen el mismo récord negativo: 6 victorias y 11 derrotas. En concreto, si alguien quisiera ver un partido de NBA no eligiría uno protagonizado por ambos.
Pero en esta ocasión los Hornets y los Chicago Bulls les ofrecieron a todos aquellos que fueron al Spectrum Center de Charlotte un juego emocionante, con un final de película.
Los Bulls se impusieron por 116-115, pero para darle más contexto a ese final apretado no se podrá obviar un dato: a 10 segundos del final perdían 115-110.
El primero en clavar una daga en el corazón de los Hornets fue Tomas Satoransky, a 8 segundos, cuando con un triple puso el partido 113-115, mientras que el lanzamiento de la victoria, con 3.5 en el reloj, salió de las manos de Zach LaVine.
LaVine fue la figura de la noche porque además de convertir el triple de la victoria, le entregó a su equipo 49 puntos, con 13 triples incluidos.
Esos 13 triples, por otra parte, convirtieron a LaVine en el tercer jugador en la historia de la NBA en alcanzar esa cifra en un partido, después de Klay Thompson y Stephen Curry.
“Este fue el juego más loco del que he participado”, confesó LaVine en conferencia de prensa.
Foto: @chicagobulls