Boca realizó este jueves su primer entrenamiento después de la eliminación de la Copa Libertadores a manos, una vez más, de River, y de las declaraciones que el entrenador, Gustavo Alfaro, efectuó luego del clásico del martes en La Bombonera, cuando puso en duda su continuidad más allá de diciembre.
Por eso no llamó tanto la atención la presencia de la pata futbolística de la dirigencia Xeneize, encabezada por Nicolás Burdisso y conformada también por Aníbal Matellán.
Según trascendió, Burdisso y Matellán hasta dialogaron durante varios minutos con el técnico que declaró tras el juego ante River que pretende “terminar con estos jugadores los partidos que faltan” y luego irse a su casa a “recuperar” su vida.
Lo concreto es que Alfaro fue el primero en poner en duda su continuidad, minutos después de quedar fuera de la Libertadores, quizás anticipándose a un eventual aluvión de críticas al día siguiente.
Y por estas horas Boca transita un clima de incertidumbre, que no sólo se reduce a la actualidad del fútbol profesional sino también a la vida política del club, ante las inminencias de las elecciones para elegir al nuevo presidente Xeneize.
El siguiente compromiso del conjunto azul y oro será recién el próximo jueves a las 21.20 frente a Lanús, en el cierre de la undécima fecha de la Superliga.
Eliminado prematuramente de la Copa Argentina, será entonces ese el primero de los seis compromisos que le restarán a Boca en este año.
Según adelantó Alfaro, podrían ser sus últimos compromisos al frente de un equipo que, paradójicamente, marcha como uno de los punteros de la actual Superliga.