En el “Mundo Rosario Central” comienza a preocupar la producción del equipo de Diego Cocca, que continúa en la zona de descenso directo.
Pese a que se encuentra a un punto de Patronato de Paraná, que hasta hoy es el último conjunto que mantendría la categoría, el equipo rosarino acumula cinco empates en forma consecutiva y el pasado viernes, ante Unión en la capital de la provincia, jugó el peor partido del actual torneo.
En la conferencia de prensa previa al encuentro con el Tatengue, Cocca remarcó que están “invictos”, como dato positivo y alentador. Es verdad que el conjunto auriazul sigue sin perder en la presente temporada, pero tampoco logra conseguir triunfos que son vitales para el gran objetivo de seguir en Primera División.
Lo más alarmante es que no se sabe a lo que juega el equipo, no hay un estilo definido y parece que el entrenador no logra transmitirle a sus dirigidos lo que él pretende adentro de la cancha.
Para colmo, ahora tendrá compromisos por demás de complicados con rivales de mayor jerarquía y sobre todo con un buen funcionamiento colectivo.
El domingo recibirá a Racing, el actual campeón de la Superliga que suma tres victorias consecutivas. Luego visitará a Lanús y tras el parate por una nueva fecha FIFA será local frente a Vélez Sarsfield.
Un panorama por demás de complicado. Y encima, su clásico rival, Newell’s, que había comenzado en la misma posición, está alejándose paulatinamente de la parte inferior de la tabla de los promedios.
Una situación que también pesa en una ciudad muy particular y futbolera como Rosario.
Tras dos días de descanso, esta tarde el plantel volvió a las prácticas en el predio de Arroyo Seco. El entrenamiento se desarrolló a puertas cerradas y los jugadores realizaron trabajos físicos regenerativos.
Foto: Prensa Rosario Central.