La Real Federación Española resolvió imponerle a Barcelona una multa por no cumplir con ciertas pautas al momento de iniciar las negociaciones para contratar a Antoine Griezmann, en el último mercado de pases.
Lo llamativo es el monto que deberá pagar el club catalán, por haber sido encontrado responsable de iniciar las tratativas con el delantero francés, cuando aún tenía contrato vigente con Atlético de Madrid, y sin informar oficialmente de esas charlas a la institución de la capital española.
Según la resolución del Comité de Competición, Barcelona deberá abonar una multa de 300 euros, prácticamente la mitad de la suma máxima que propone el artículo 126 del Código Disciplinario de la RFEF.
“Teniendo en cuenta la capacidad económica del club y el importe de la operación económica que ha dado origen a este expediente, este Comité es consciente de que el pago de 300 euros, más allá de su carácter meramente simbólico (la multa se impone porque el club expedientado ha sido considerado autor de una infracción disciplinaria), no contribuirá a que el club sancionado en particular y, probablemente, otros clubes que puedan estar en el futuro en la misma situación, adecúen su conducta a lo requerido reglamentariamente”, explicó la RFEF en su fallo.
Griezmann, en tanto, fue absuelto de toda culpa, porque según el fallo primero se desvinculó de Atlético de Madrid mediante el pago de la cláusula de rescisión (120 millones de euros) y luego firmó su contrato con Barcelona (hasta 2024).
En un primer momento, Atlético de Madrid le reclamó a Barcelona la suma extra de 80 millones de euros.