“Unir Malvinas Corriendo”, fue el desafío personal que se impuso, y finalmente cumplió, el ex árbitro Alejandro Scomparín. En diciembre de 2016 transitó a un ritmo exigente 250 kilómetros en seis días -tres en Puerto Argentino y tres en Puerto Darwin-, recorriendo sitios tan emblemáticos como dejando la huella de sus zapatillas en terrenos pocos accesibles.
El conflicto bélico entre argentinos e ingleses en 1982 fue un tema que despertó un gran interés en el entonces pibe de escuela primaria. Pasaron los años, y Scomparín desempeñó su carrera como árbitro de los campeonatos de Primera D entre 1994 y 2005.
Además, se recibió de Licenciado en Márketing, accedió al cargo de Director de Relaciones Institucionales de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), que mantiene en el presente, y compite en pruebas extremas como maratonista. Pero jamás dejó de investigar sobre la guerra de Malvinas y de contactarse con ex combatientes.
“Se juntaron mi interés por las Islas Malvinas y mi pasión por el deporte. El objetivo de haber corrido esos 280 kilómetros uniendo las islas fue rendirle homenaje a los caídos argentinos y británicos y un reconocimiento a los que volvieron. Recorrí los lugares más representativos de la Guerra y para finalizar uní los dos cementerios como mensaje de paz y diálogo”, le contó Scomparín a IAM Noticias.
“El sólo hecho de pisar las Islas Malvinas fue algo especial. Tiene rutas interminables y sinuosas, y hay un silencio que es abrumador. Me ayudó a recordar vivencias de los combatientes. Desde lo espiritual, fue muy movilizador”, destacó el ex referí de 49 años.
El año pasado volvió a esforzarse, con la mente puesta en las Malvinas, en una prueba extrema recorriendo 500 kilómetros, entre running y ciclismo durante cuatro días en Mar del Plata.
La distancia no fue casual: era el equivalente a dos vuelta a la Isla Soledad. “Una fue en homenaje a los caídos argentinos y la otra en homenaje a los británicos”, explicó el deportista.
La elección de la ciudad tampoco fue fortuita: Scomparín es hincha de Aldosivi, club al que jamás le tocó dirigir ya que toda su trayectoria fue en Primera D.
Todas sus vivencias, conocimientos y experiencias en el territorio austral acaba de volcarlas en un libro, que será presentado el martes 8 de octubre. El título: “Unir Malvinas”.
“Lo terminé de escribir a mediados de 2018 gracias al invalorable asesoramiento del escritor Federico Bianchini. Dos capítulos fueron escritos por Dolores Caviglia, los dedicados a José Luis Polti y Alejandro Chams -quienes fueron parte importante del viaje-, y el del Comodoro Carballo. Obviamente, no iba a ser objetivo con ellos, y la tarea de Dolores le agrega mucho valor al libro”, señaló.
De su paso por el arbitraje rememoró: “La Primera D es la esencia del deporte amateur, disfrutaba mucho dirigir esa categoría. Conocí historias de vida especiales; se jugaba realmente por el sandwich y la gaseosa. Las paredes de las cancha las pintaban directivos, que también atendían el buffet”.
“Son clubes que cumplen un rol social importantísimo, y hoy más que nunca son fundamentales por la contención que les dan a muchos chicos. La rescato como una etapa muy linda y si hoy tengo que elegir ir a ver algún partido seguramente elijo uno de la D”, agregó.
“El arbitraje me ha marcado para toda mi vida, me dio valores que al día de hoy sostengo: disciplina sobe todo, constancia y sacrificio. Comprobar que para conseguir algo hay que esforzarse. Además de haber conocido gente excepcional. Después de tantos años, gracias a las redes sociales, volví a tomar contacto con jugadores que dirigí y las cosas que me manifiestan, sin compromiso porque ya estamos todos retirados, me llenan el alma”, afirmó.