Menos de 4 segundos por jugar, un punto abajo. Del otro lado, Serbia y Montenegro, con los mismos jugadores que, bajo el nombre de Yugoslavia, le habían arrebatado el título del Mundial de Indianápolis 2002 a Argentina en un final polémico.
Andrés Nocioni sacó desde el fondo de la cancha para Alejandro Montecchia. No era la jugada que estaba preparada, pero “Puma” corrió hacia el campo contrario y tomó una decisión inesperada. Ya sin tiempo, en lugar de tirar, tocó para Emanuel Ginóbili.
Fue el inicio de la jugada más recordada de la historia de la Generación Dorada, La Palomita de “Manu”, que golpeó el tablero e ingresó en el aro para darle el primer triunfo en Atenas 2004 al seleccionado argentino que luego se llevó el primer puesto, con segunda victoria consecutiva ante el Dream Team incluida, para convertirse en leyenda.
“Corrí al ‘Puma’ para darle una opción. No pensé que la iba a largar. Lo vi dar dos dribblings y girar y dije ‘bueno, va a frenar y va a tirar’. No podía quedar mucho tiempo, así que pensé ‘ni bien la toco, la largo’. Yendo en velocidad, las chances eran pocas, pero cuando vi que entró, desde el piso, no lo podía creer. Estaba destrozado, así que no tenía ni fuerzas para salir a festejar ni nada, así que me quedé ahí sabiendo que el resto iba a venir. Fue un momento incomparable. Casi me muero ahogado, pero fue un muy lindo momento de poder celebrar con todos. Fue un momento espectacular y, sin lugar a dudas, el doble más significativo de mi carrera”, había narrado Ginóbili ese momento en una entrevista con DeporTV.