El cordobés Juan Ignacio Londero se despidió esta noche de su primer US Open al ser derrotado por el número 1 del mundo y campeón defensor, Novak Djokovic.
Londero, 56 del ranking de la ATP, cayó ante Djokovic por 6-4, 7-6 (3) y 6-1, en un partido que se prolongó por espacio de 2 horas 15 minutos.
El cordobés entregó su mejor tenis y fue un rival competitivo, devolviendo golpe por golpe, durante dos set y los primeros dos games del último parcial, después la experiencia, el oficio y el tenis de Djokovic hicieron su trabajo.
Londero entró al partido enchufadísimo y sorprendió, a Djokovic y todos los espectadores, en el quinto game cuando se quedó con el saque del serbio para ponerse 3-2.
Sin embargo la sorpresa duró poco, porque en el sexto game Djokovic recuperó el quiebre, y todo pareció volver a la normalidad. Y se dice “pareció” porque al final de ese parcial, el serbio pidió el ingreso del masajista por un problema en su hombro derecho.
Tras reiniciarse el partido era evidente la molestia que sentía Djokovic, cuando arrojaba la pelota al aire, pero, sobre todo, cuando utilizaba el revés a dos manos.
Parecía el momento para que Londero diera un paso importante, pero no pudo: volvió a fallar con su saque en el décimo game, y Djokovic se quedó con el set.
Lo que sucedió en el inicio del segundo parcial no estaba en los planes de nadie, quizá tampoco en los de Londero, porque el cordobés le quebró el saque a Djokovic en dos ocasiones y se adelantó 3-0.
Parecía el momento indicado. Dos quiebres a favor, un rival que evidenciaba problemas físico, pero no se dio. Djokovic sacó fuerzas y se adueñó del juego en gran parte gracias a los errores que Londero cometió a la hora de sacar.
El serbio ganó cinco games consecutivos y se puso 5-3, pero no pudo cerrar el set. Londero fallaba a la hora de sacar, pero cuando le tocó recibir aprovechó las fallas de Djokovic
Después del 5-5 nadie se equivocó a la hora de sacar, y el set debió definirse en el tie-break. Allí ambos volvieron a compartir errores a la hora de sacar, pero Djokovic supo sacarle mejor provecho a las fallas del rival, y finalmente se quedó con el set.
El tercer set no debe ser tomado como medida a la hora del balance final. Djokovic quebró en el primer game, Londero lo hizo en el segundo, pero a partir del tercero el cordobés se “bloqueó” y comenzó a fallar sus golpes, los cuales además perdieron la velocidad y potencia que habían tenido hasta entonces.
Londero tuvo sus chances. Algunas las desaprovechó, otras se las hizo perder Djokovic, pero más allá de eso quedará flotando una pregunta:¿qué hubiese pasado si el cordobés ganaba el segundo set?
Desde el sexto game, Djokovic sintió un gran dolor en su hombro izquierdo y no lo disimuló. Entonces la duda tiene sentido: ¿habría resistido un partido a cuatro o cinco set?.
Para esas preguntas esta noche no hubo respuestas.
Foto: US Open