“Sólo hay que ser paciente, seguir ahí, y la victoria acaba llegando”.
Con su particular estilo, ese que mezcla cierta dosis de humor con un certero análisis de la situación, el eslovaco Peter Sagan (Bora-Hansgrohe) explicaba, en la llegada en la localidad de Colmar, su primer triunfo de etapa en el Tour de Francia después de cinco días de competencia.
“El secreto del sprint de hoy era, simplemente, llegar a meta en el primer grupo. Sufrí un poco en las subidas, pero logré resistir y en la parte final tenía muy buenas piernas. Pese a que la última rotonda lo desordenó todo, pude elegir mi rueda y lanzar el sprint tal y como yo quería, partiendo en el momento justo”, señalo Sagan.
Con la conseguida hoy, el eslovaco sumó su décima segunda victoria de etapa en la Grande Boucle, repartidas en ocho participaciones 2019, 2018, 2017 (fue expulsado por aplicarle un codazo a Mark Cavendish), 2016, 2015, 2014, 2013 y 2012.
Pero más allá de este halago, Sagan buscará conquistar su séptimo maillot verde (reservado al ganador de la clasificación por puntos), lo que lo convertiría en el más ganador de la historia del Tour.
En cuanto a la clasificación general de la carrera, la misma sigue teniendo como líder al francés Julian Alaphilippe (Deceunick Quick Step), con un tiempo de 18 horas 44 minutos 12 segundos.
Por su parte Maximiliano Richeze (Deceunick Quick Step), el único ciclista argentino que toma parte de la prueba, ocupa el lugar 164, a 35 minutos 55 de Alaphiippe.
Mañana, los competidores afrontarán la primera gran exigencia, con el primer final en alto en La Planche des Belles Filles.
Foto: letour.fr