Parecía que la fortuna por fin iba a acompañar a José María Pechito López en la Fórmula E, pero fue todo un espejismo. El cordobés sufrió un toque en el inicio que le hizo perder mucho terreno en Nueva York. Luego se recuperó, pero sin dudas estaba para algo más que el duodécimo puesto que logró en la penúltima final de la temporada.
Partió séptimo el piloto de Río Tercero y enseguida ganó una posición en las calles neoyorquinas, pero Sam Bird, en una maniobra que incluyó también a su compañero de equipo Maximilian Günther, le hizo perder el control de su unidad con un toque desde atrás y el posterior impacto con la contención le provocó daños en la trompa al vehículo número 7.
López tuvo que ingresar a boxes para reparar su auto. Allí, el trabajo de su equipo no fue de lo más veloz, y el cordobés cayó hasta el penúltimo lugar del clasificador.
Paulatinamente, distintas situaciones de carrera le permitieron al argentino reponerse de aquel impacto inicial y ganar posiciones en el clasificador.
Pero el factor principal para el avance de López fue su propia propia actuación a bordo de un auto que, como pocas veces antes en esta temporada, pareció estar en condiciones de dejarlo bien adelante.
Sébastien Buemi cortó en Nueva York una racha de dos años sin triunfos, escoltado por el australiano Mitch Evans y el portugués Antonio Félix Da Costa.
Jean-Eric Vergne finalizó decimoquinto, pero llega a la última carrera del campeonato con el título prácticamente en el bolsillo.
El francés es el líder con 130 puntos, mientras que el brasileño Lucas Di Grassi (hoy quinto) acumula 108, Evans tiene 105 y Buemi, 104.
La competencia que concluirá la temporada se disputará este domingo a las 17.03 de Argentina.