Los Toronto Raptors conquistaron esta noche su primer título de la NBA al derrotar como visitantes a los Golden State Warrios 114-110, en el sexto partido de las finales.
Para la franquicia canadiense y toda su gente la noche terminó siendo más que perfecta con la designación de Kawhi Leonard, el hombre que llegó a través de un canje a comienzo de la temporada procedente de los San Antonio Spurs, como el MVP de las finales.
La consagración, más allá de lo sucedido esta noche en el Oracle Arena, fue totalmente justa, ya que Toronto fue el mejor equipo de la serie, algo que quedó reflejado, entre otras, cosas por haber ganado tres de los cuartos partidos en cancha de los Warriors.
Con una ausencia notoria, la de Kevin Durant (lesionado en semifinales contra Houston, volvió en el quinto juego ante Toronto y volvió a lesionarse), y otra de sus estrellas “tocada”, Klay Thompson (sufrió una seria lesión en su rodilla en el tercer cuarto del partido de esta noche), la final se volvió para los Warriors una cuesta difícil de escalar.
Pero al margen de esas lesiones, Golden State no encontró nunca el juego que lo llevó a ser campeón, y eso lo terminó de entregar ante un equipo que prácticamente no mostró fisuras.
Se terminó un ciclo, el liderado por Steve Kerr desde el banco de suplentes y Steph Curry dentro del rectángulo de juego, que incluyó cinco finales consecutivas y tres títulos…Reconocimiento para Golden State.
“Fuimos perseverantes…enfrentamos y derrotamos la adversidad”, afirmó Nick Nurse, quien en su primer año al frente de los Raptors, logró lo que pocos entrenadores consiguen.
Esta noche, después de 24 años de existencia, los Toronto Raptors festejan su primer campeonato.
Foto: @NBA