El seleccionado de Argentina se entrenó este martes por primera vez en Río de Janeiro, donde el viernes se enfrentará con Venezuela por los cuartos de final de la Copa América de Brasil.
Fue una sesión realizada con total hermetismo en el campo de deportes del club Fluminense, a partir de las 16, el mismo horario en el que se medirá ante la Vinotinto en el estadio Maracaná.
Después de sortear no sin angustia la fase de grupos, el seleccionado de Lionel Scaloni deberá mejorar la imagen si pretende continuar en carrera en el torneo continental.
Argentina busca acabar en la Copa América de Brasil con una sequía de 26 años sin títulos, después de tres finales perdidad de manera consecutiva, dos en las últimas ediciones de ese torneo y la restante en el Mundial 2014.
En la primera ronda, la incertidumbre que se generó desde la conducción, quizás a causa de cierta inexperiencia, se trasladó al campo de juego, principalmente en los primeros dos encuentros. Vale aclarar que, líneas adentro, la rebeldía tampoco abundó.
Allí Argentina mostró escasa conexión en ofensiva, nula producción de juego en la zona media y desarticulaciones preocupantes en defensa.
Superado el debut con derrota ante Colombia, el seleccionado albiceleste dio algunas pequeñas muestras de mejoría en el empate ante Paraguay aunque no alcanzó como para arribar con tranquilidad al último encuentro del Grupo B.
En la victoria ante Qatar, que garantizó el acceso a cuartos de final, el nivel no fue superlativo ni mucho menos.
Pero las piezas, al menos, se dispusieron en un orden medianamente lógico y se vio un buen pasaje en el segundo tiempo, principalmente con el ingreso de Marcos Acuña por un inexpresivo Giovani Lo Celso.
Por lo pronto, en el primer ensayo en Río, Scaloni no entregó indicios acerca de qué equipo dispondrá ante Venezuela, rival que derrotó por 3-1 al equipo argentino en el último enfrentamiento, en Madrid, en marzo de este año.
En ese encuentro, además, La Vinotinto evidenció la falta de trabajo de un proceso que nació como interinato y continuó con una confirmación apoyada no tanto en el convencimiento como en la falta de alternativas.
El plantel argentino volverá a entrenarse mañana y seguramente allí sí puedan comenzar a sacarse algunas conclusiones con vistas a un partido que años atrás hubiera sido superado sin problemas por el conjunto albiceleste pero que en la actualidad, por el pasado reciente, aparece al menos en la previa como un obstáculo difícil.