Lionel Scaloni piensa, evalúa y medita. Tiene recursos y material en el seleccionado de Argentina, y cuenta con un argumento inmejorable para dar rienda suelta a la ilusión de cortar en Brasil su larga sequía de títulos: Lionel Messi, el mejor del mundo.
El entrenador argentino mueve piezas y ensaya. Seguramente imagina duplas, tríos y hasta cuartetos que conecten y generen la sinergia necesaria no solo para la creación de juego, sino también para resguardar a su propio arco y para lastimar en el contrario.
La sociedad entre Messi y Sergio Agüero, que nunca terminó de despegar del todo pese a la amistad que une al capitán albiceleste con el goleador de Manchester City, tiene una nueva oportunidad en Brasil, donde ambos quedaron a las puertas de la obtención de la Copa del Mundo en 2014.
Según lo que el técnico paró en los dos ensayos que lleva realizados en Salvador de Bahía, donde Argentina se prepara para el estreno del sábado a las 19 ante Colombia, Ángel Di María, otro sobreviviente de aquel Mundial, se unirá a ellos en el Arena Fonte Nova.
Hasta allí son tres. Pero el técnico imagina un cuarto intérprete para agregarse a ese núcleo ofensivo. Se trata de Giovani Lo Celso, el argentino más buscado del mercado de pases europeo y quien vio pasar los cuatro partidos de Argentina en Rusia 2018 desde el banco de suplentes.
El actual jugador de Betis puede ofrecer primer pase, descarga y asistencia, y una movilidad constante que quizás pudo verse acentuada si Exequiel Palacios no se lesionaba y disputaba la Copa América.
La imposibilidad de asistir a la cita continental del ex jugador de River le añadió un problema a Scaloni, que pensaba a Palacios como titular. También la ausencia de Matías Zaracho, a quien elogió tras su debut frente a Marruecos.
Es por eso que apelará, de no suceder nada extraño, a Guido Rodríguez como volante de contención, mientras que de Roberto Pereyra y Leandro Paredes saldría el restante volante.
El futbolista de Watford aportaría explosión y llegada por sorpresa al área, como en la goleada ante Nicaragua en San Juan. Paredes, más posicional y con mejor pegada, contribuiría principalmente en la concepción de las acciones ofensivas.
En la última línea las cosas parecen estar más claras. Franco Armani en el arco, y Renzo Saravia y Nicolás Tagliafico por los laterales, con la misión de mostrarse como opciones por las bandas, con el equipo en ataque, pero sin descuidar su principal función.
En el centro de la defensa, otro referente, Nicolás Otamendi, parece tener su lugar asegurado para enfrentar a Colombia. De la recuperación definitiva de Germán Pezzella dependerá su presencia o la de Juan Foyht.
Salvo sorpresas de último turno, como podría ser la aparición de Matías Suárez desde el inicio, tal como en el estadio San Juan del Bicentenario, o la salida de Rodríguez para permitir la sociedad entre Paredes y Lo Celso, las cartas estarían echadas.
Lautaro Martínez y Paulo Dybala, dos de las caras más importantes de la renovación, también esperan agazapados una oportunidad.
El caso del jugador de Juventus es un tanto más complicado, porque su función aparenta ser la del reemplazante de Messi. Convencer a Scaloni que puede complementarse con el capitán será la misión principal para el cordobés, si pretende ganarse un lugar en el equipo titular.
Las conexiones serán importantes, pero también la inspiración individual y la coordinación de todas las líneas. Y claro, la inteligencia para buscar a Messi en las ocasiones más propicias, y no tenerlo siempre como destino obligado de la pelota.