Hace ocho años exactos, Matías Almeyda tuvo que ver desde afuera del campo, por una suspensión, el partido que condenó a River Plate al primer y único descenso de su historia, y que marcó el final de su carrera como futbolista. Hoy recordó cómo vivió ese hecho histórico y su trabajo como entrenador para devolver al millonario a Primera División en la temporada siguiente. Eso sí, avisó que “no volvería” al club de Nuñez.
“Fue un año muy dificil, nunca había vivido algo así como jugador. Era algo triste, muy destructivo. Envejecí siete años en ese año, por que lo vivía con mucha pasión. Dios quiera que nunca más tenga que vivir una situación así. Ya no va a pasar porque River no se va a ir de nuevo”, expresó “Pelado” en diálogo con Radio Villa Trinidad de Santa Fe.
Para el azuleño, la culpa fue de los dirigentes de aquel momento, con Daniel Passarella a la cabeza, porque “subestimaron mucho la situación en ese momento. River no incorporó jugadores, debía mucho dinero”.
Tan fuerte fue lo que tuvo que vivir desde lo emocional, que descartó la posibilidad de regresar en un futuro como director técnico.
“A River no volvería. Mi etapa en River ya pasó. Ya lo que tuve que vivir, lo viví. Como jugador, tuve posibilidades de ganar. Como entrenador, me tocó el año más feo de la historia y lo pudimos ganar. Ya está. Lo que pasó en River ya quedó y me queda en lo más profundo de mi corazón, pero hay que saber decir basta”, indicó,
De todos modos aclaró que esa decisión no es “porque no lo quiera” a River, del que se consideró “el hincha número uno”.
Hoy dirigiendo a San José Earthquakes, de la MLS estadounidense, dentro de sus objetivos profesionales a futuro, hay uno que es el principal.
“Algún día sueño con dirigir alguna selección, y si es la Argentina, mejor. Es mi sueño”, concluyó Almeyda.