Golden State Warriors quedó a un triunfo de meterse a una nueva final de la NBA, tras derrotar esta noche a los Portland Trail-Blazers por 110-99, en el tercer partido de la final de la Conferencia Oeste.
Liderados por Steph Curry (36 puntos), Draymond Green (20 puntos, 13 rebotes y 12 asistencias), y Klay Thompson (19 puntos), los Warriors dieron, en esta ocasión como visitantes, de una muestra de carácter para revertir un juego que durante muchos pasajes (llegó a estar 18 puntos abajo) les resultó desfavorable.
Portland, mientras tanto, se sustentó en el aporte de Meyers Leonard (16 puntos), Damian Lillard (19), y CJ Mcllum (23), aunque ninguno de los tres pudo plantarse en el momento en que los Warriors comenzaron a dar vuelta el curso de la historia.
Portland fue superior a Warriors en el primer tiempo del partido, no sólo por la tarea realizada por el trío Lillard, McCollum y Leonard, sino también por el aporte que realizaron suplentes como Zach Collins, y el turco Enes Kanter.
Llamados a silencio Curry y Thompson tras el primer cuarto, sólo Green dio la cara en el segundo parcial.
Los Trail-Blazers ganaron esos primeros veinticuatro minutos 66-53, y se animó a soñar.
Sin embargo Golden State apareció en toda su dimensión a partir del tercer cuarto. La puntería de Curry, alguna pincelada de Thompson, la energía de Green y Jordan Bell, comenzaron a quebrar la resistencia de Portland, y a menos de dos minutos para el final del parcial pasaron al frente (77-76) en el marcador.
En el último cuarto, los Warriors continuaron apretando el acelerador, y terminaron dando el golpe de gracia a 4 minutos del final con 10 puntos (3 de Alfonzo McKinnie y 7 de Curry), para poner el tablero 100-89.
Si nos atenemos a la historia, la suerte de Portland parecería estar echada, ya que ningún equipo logró revertir un 0-3.
Foto: @warriors