Al australiano Nick Kyrgios lo caracterizan dos cosas: el talento para jugar al tenis y la propensión a la polémica.
Y fue justamente esta última característica por la que hoy fue expulsado del Masters 1000 de Roma.
¿Qué pasó con el bueno de Nick? Tras perder el saque en el inicio del tercer set (quedaba 1-2) ante el noruego Casper Ruud (será rival de Juan Martín Del Potro en segunda ronda), Kyrgios recibió un ‘penalty game’del juez de silla, dadas sus protestas anteriores, y estalló. Primero contra el mismo juez de silla y luego con el supervisor del torneo.
Kyrgios, fuera de si, pateó una botella de agua que estaba en el piso, y no conforme con ello tomó una silla y la arrojó al medio de la cancha, ante la incredulidad y los chiflidos de una parte del público.
Concretada su expulsión, Kyrgios se dirigió a la heladera que los jugadores tienen a un costado de la silla en la cual descansan, y repartió botellas de agua entre unos espectadores que estaban ubicados en las primeras filas de la platea.
Pero…Se habló del talento de Kyrgios, y antes del escándalo, hizo esto…