Atrás habían quedado 180 minutos por demás especiales para Mauro Zárate. Dos partidos impregnados con el agrio tufillo del morbo. El delantero soportó los insultos de la ida en el José Amalfitani por parte de los honchas que hasta hace no mucho lo idolatraban. Y no pudo imponer su calidad en la vuelta en La Bombonera.
Sin embargo, con la clasificación a las semifinales en el bolsillo después de una intensa llave ante Vélez, Zárate apuntó contra su ex equipo. No lo hizo con una frase directa. Pero la sutileza de la afirmación encerró un mensaje tan crudo como polémico hacia la institución de Liniers.
“Pasó el equipo grande”, sentenció Zárate después de la definición por penales, en la que tuvo la responsabildad de ejecutar un disparo y convirtió. Una conquista que celebró con un grito efervescente de cara a la popular que da al Riachuelo, y con golpes en su pecho en su vuelta a la mitad de la cancha.
“Estamos cansados, jugamos 10 u 11 partidos más que ellos. Esta Copa se puso de imprevisto y estamos haciendo lo que podemos. Tuvimos un partido difícil allá y acá lo supimos manejar bien”, analizó Zárate.
Además, agregó: “Lo importante es que pasamos, y ahora a la semifinal y a tratar de pasar y ganar esta copa que es una ‘obligación’ para nosotros”.
“Es lindo pasar por penales, es un poco a lo Boca. Hicimos lo posible, nos cansamos, pero pasamos y eso es lo importante”, completó el delantero cuyo apellido coreó esta noche buena parte de La Bombonera, pero que seguramente acumuló muchos más detractores en la costa oeste de la Ciudad de Buenos Aires.